jueves, 23 de junio de 2016

Partido Comunista de Colombia, Tercer Día de Invierno





Uno de los hechos sociológicos más geniales de estas últimas décadas en Argentina es la afluencia de mujeres y hombres provenientes de Colombia. Al menos en Buenos Aires dicho fenómeno es palpable de manera gratificantemente fácil. Los guardias de seguridad del pub Gibraltar son lo más, y también unas empanadas con huevo duro entero que cierto domingo tuve la suerte de comprar y probar en la Feria de San Telmo

Dedico esta nueva entrada a algunas de las muchas personas y organizaciones de personas que, desde tal o cual lugar en particular, cada quien a su modo y poderío concreto, han contribuido con su militancia a la firma de los Acuerdos de Paz que en estos días dan por finalizado el conflicto entre el Ejército Popular de las Fuerzas Revolucionarias Armadas de Colombia  y las tropas regulares del mismo país, provisoriamente firmados en La Habana en compañía de Raúl Castro y un conjunto de testigos importantísimo

La dedico a mi partido, el Partido Comunista de la Argentina, a Patricio, quien/es tuvo/tuvieron personal y colectivamente los huevos de defender esa revolución política, económica, militar y diplomática enfrentando todas las adversidades que la época imperial impuso, e impone, con una fuerza mellada por esfuerzos múltiples como estos, que si somos piolas sabremos aprovechar para quebrar de una buena vez

La dedico a Don Gabriel García, mi gran maestro, a Carlos Vives, a los hombres y mujeres del FMLN salvadoreño, que me enseñaron lo que es la guerra y la paz

La dedico a mi pueblo en su lucha, que no es por el volver al más reciente atrás -que fue bueno, muy bueno e imprescindible- sino por el adelante, que nadie sabe cómo es, porque nadie sabe cómo es el comunismo, la revolución socialista argentina, que como la norteamericana, será la mejor 

Te la dedico a vos, sorete de cualquier tipo o costumbre, sea que aún te mantengas a lo viborita de nuestro lado, o ya estés del otro. Yo ya te gané hace mucho, te gané de entrada

A vos que siempre estuviste enfrente

Dedico entonces esta entrada victoriosa, esperanzada, precavida, atenta y prudente a la comunidad colombiana argentina, y a mis compas del PC, en especial a Silvanita, mi compañera, por cuya felicidad, plenitud, alegría y camino libre, yo vivo. Porque esa es mi lucha, mi vida entera

A quien se interponga contra esto: le daré muerte

¿Cómo?

Como un disparo
Como un libro
Una palabra
Una guerrilla
Como doy el amor

Nadie jamás me jode más, ni un puto segundo