Chacarera cristiana dedicada a mi tía Nidia Espejo, madre de la Congregación de Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, y a la compañera Gabriela Soledad Guerreros, pastora de la Comunidad Dimensión de Fe, Iglesia Pentecostal, afiliada y militante de la Cátedra de Género del Partido Comunista de la Argentina
El sonido del silencio, el que no quiero
escuchar
es aquella noche fría en la que quiero evitarel sentirme descubierto cuando el sol me quemará
Para qué seguir riendo cuando siento que no estas
para qué quiero los mares si mi barco se hundirá
para qué seguir viviendo si a lo lejos tú estas
Que las fuerzas se me agotan, mi alma está por comenzar
otro día en silencio el que acaba de pasar
pasa y pasan los minutos en mi oscura soledad
soledad que se alimenta del silencio de tu boca
esa boca que sonríe pronunciando así mi nombre
aquel nombre que me diste diciendo que
"sí, mi amor"
es mi amor que en ti espera y que siempre esperará
es tu amor que me condena a esta eterna libertad
y aunque pasen mil silencios
pronto sé que me hablará
pronto sé que me hablará
El sonido del silencio donde sé que escucharás
el susurro de mi canto y el grito de mi llamar
el llamado de mi alma pidiendo tu libertad
Yo quiero seguir riendo aunque el llanto aquí está
aunque el barco se me hunda se que yo podré nadar
la corriente de este río a tu amor me llevará
Tu eres mi fortaleza, mi escudo y mi lanza
eres todo lo que tengo cuando siento que no estas
eres tú mi compañía
en esta oscura soledad
soledad que se alimenta
del silencio de tu boca
esa boca que sonríe pronunciando así mi nombre
aquel nombre que me diste diciendo que
"sí, mi amor"
es mi amor que en ti espera
y que siempre esperará
es tu amor que me condena a esta eterna libertad
y aunque pasen mil silencios
pronto sé que me hablarás