Por JBE
A juzgar por la seguidilla de improperios recibidos últimamente de
parte de personajes como Otto Vargas, Artemio López o Guillermo Moreno, cualquiera
diría que el fantasma del comunismo recorre la Argentina y que una bíblica banda de cazadores ha
salido en su persecución, más aún cuando constatamos que otro viejo exorcista como
Norberto Galasso volvió a las andadas de persignarse en contra nuestra. La excusa
para amonestarnos vino esta vez a colación de una entrevista sobre “qué
significa hablar hoy de pensamiento nacional”, trillada cumbre cerebral que el
historiador decidió atacar dejando al descubierto esa falla de nacimiento conque
la genética del justicialismo –basada en el pacto social y la tercera posición:
“ni yanquis ni marxistas”– carcome el hemisferio izquierdo de algunos peronistas
incorregibles
De todas maneras no empieza nada mal el sermón, que reza más o menos así:
“Formada por Clarín y La Nación, por la enseñanza tradicional de los colegios y
por los intelectuales del sistema, la clase media argentina tiene un
pensamiento antinacional formulado en función de los grandes intereses de las
empresas extranjeras que explica la consagración de Macri en lo más alto del poder
político”
Irrefutable descripción del carácter sumiso implantado desde el corazón
del mundo capitalista en la mentalidad argentina promedio a través de sus
gerentes locales. Pero acto seguido, y sin mediar ningún otro elemento de
análisis, sobreviene abruptamente el zafarrancho:
–Y la izquierda tiene algún rol en esto?
–Gran parte de la izquierda ha pensado en ruso. El PC, por ejemplo, ha
pensado en chino, en vietnamita. No ha pensado en Latinoamérica
La importancia otorgada a la influencia del Partido sobre la
idiosincrasia nacional es tan aparatosamente exagerada que la falsedad del
planteo en sí mismo queda expuesta por obra y gracia de una evidente ridiculez
Pero lo absurdo no quita lo jodido. Hay que estar imbuido de un
macartismo profundo y lindante con lo facho como para desempolvar las habladurías
urdidas por el imperio desde 1917 para estigmatizar al comunismo como una
“ideología foránea” y a su militancia como “agentes de la agresión marxista
internacional”, campaña que a lo largo de décadas sirvió para sembrar el terror
y la siniestra simpatía que la última dictadura cosechó entre vastos e
imperdonables sectores de la opinión política y apolítica de nuestra sociedad
programados para justificar el genocidio mirando para otro lado y repitiendo el
lema “algo habrán hecho”
Lo llamativo de la prédica anticomunista de Galasso no es sólo el hecho
de que al ser consultado respecto de “la izquierda” se haya referido en
exclusivo a nuestra organización, una elección que a pesar de su traza equivocada,
chismosa y cizañera implica voluntaria o involuntariamente el reconocimiento de
cierto y determinado lugar en la historia y la cultura. Lo curioso es que
además no haga mención alguna a La Izquierda esa que –por desgracia– aparece
hoy representada en la alianza de los partidos troskistas PTS y PO, afamada en
los foros mediáticos por su rabiosa oposición a los gobiernos de Néstor y
Cristina, por los infaltables piquetes de ruta montados al servicio sicario de
la burocracia sindical encabezada por Moyano, Venegas y Barrionuevo, por su patriótica
participación en las reuniones de apoyo al “campo” convocadas por la Sociedad
Rural en Palermo, por un activismo golpista compartido codo a codo con Mauricio
Macri, consagrado presidente gracias a ese medio punto que con absoluta
coherencia el Frente de Izquierda al fin y al cabo le facilitó llamando a votar
en blanco
Galasso y los cazafantasmas tienen una impecable puntería disparando al
Partido Comunista. Los troskos siempre se les escapan, y tal cual como si se
tratara de macrigatos les dan de comer, los acarician. ¿No será que Galasso y
los cazafantasmas son troskos?
Como fuere, no cabe duda de que conspiran contra la reunión efectiva de
las fuerzas que juntas resisten al macrismo, luchando por volver al futuro inspiradas
en el rescate de los grandes tiempos vividos entre el 2003 y el 2015, decididas
a retomar su destino en dirección a la patria socialista que todo pueblo del
mundo merece