viernes, 2 de abril de 2010

¿Qué le pasa a 678?


Anoche estuvo Luis Zamora en 678. Lo llevaron para pegarle un poco, y debo reconocer que resultó placentero ver a un contrera patológico (en el sentido leninista de la pediatría) recibiendo ñapis como la de Barone: “Luis, ahora que te tengo acá a mi lado te quería preguntar por qué será que siempre te has quedado tan solo. Te llevo contados 10 diez nombres de partidos de izquierda que armaste en tu trayectoria”. Fue un golpe de nocaut por más que Luis intentara recuperar puntos mandándose la parte como el único abogado que estuvo con las Madres desde la primera hora, es decir, haciendo exactamente lo mismo que le recrimina a un gobierno que según él “se apropió de la lucha por los derechos humanos”.
El problema estuvo en que las declaraciones de Zamora, editadas junto con los últimos dichos de Solanas respecto de la deuda externa, fueron presentadas bajo los títulos y zócalos de, palabras más o menos, “¿Qué está haciendo la izquierda?” o “La izquierda está en cualquiera”. Como si con ambos personajes quedaran sintetizadas nuestras diferentes identidades y experiencias de izquierda, reunidas contra tantos inconvenientes y persecuciones, incluyendo las sufridas por los comunistas durante los primeros gobiernos de Perón y las que miles de peronistas padecieron años más tarde a manos del ala facista de su propio movimiento.
Aunque el trazo grueso no se corresponde con la calidad periodística del panel –verdadero gancho del programa más que la justa y necesaria aparición de un buen exponente de “mierda oficialista”–, podría pasar de largo si no fuera porque durante la emisión del miércoles, tras poner al aire el compilado “Volvió Zamora” y anunciar su próxima visita, Sandra Russo dijo: “Hay gente que piensa en hacer política construyendo y articulando alianzas, impulsada por ganas de llegar al poder y producir los cambios, pero la izquierda argentina se ha negado desde hace muchos años sistemáticamente a las grandes construcciones populares”. A su turno, Barone apeló a la metáfora de la “estudiantina”, como si la madurez y la eficacia política pudieran existir al margen del estudiantado y el útero de ideas y militantes que son las aulas desde la Reforma Universitaria gestada en 1918 al centro de nuestro país.
La izquierda argentina no empieza ni termina en Pino Solanas o Luis Zamora. Ni ahora ni nunca. Hablar de “la izquierda” como un espacio político generalizado que no representa a los panelistas de 678 ya no puede ser presentado como punto de equilibrio o sensatez de nadie. Están los izquierdistas que adoptan posiciones anti-oficialistas que terminan favoreciendo a la derecha, y están los oficialistas que adoptan posiciones anti-izquierdistas que también terminan favoreciendo a la derecha.
Ante las acusaciones de ser un “engendro oficialista”, 678 supo retrucar sacando la “mierda oficialista”. Hagamos fuerza para que esas dos frases sigan claramente enfrentadas y no corran ningún peligro de acabar combinadas y reducidas a una sola de sus palabras.

3 comentarios:

  1. Son los riesgos de un estado de cosas como el actual, en el que para enfrentar tanta mentira, no alcanza sólo con la verdad. 678 y Radio Nacional están siempre en ese borde panfletario. Y no está mal que así sea, coincido en lo "justo y necesario" de la posición. Pero no me sorprende que mientras tanto se produzcan bandeos como éste, y me asusta un poco tanta veneración hacia un programa periodístico. Como señala wiki más abajo: revolución o justicialismo. That's the question.

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  2. Michelus:

    1)Bienvenido, y coincido en que tenemos “un gobierno actual que es lo más parecido a la izquierda que puede llegar a sentarse en un sillón presidencial”. Al menos por ahora es así.
    2)Estoy entre los muchos/as izquierdistas que sin ser oficialistas apoyamos al gobierno. No es la primera vez que me topo con opiniones tales como “en vez de teorizar y hablar lindo date cuenta del momento y apoyá”. Nos damos perfecta cuenta del momento, y no te alteres tanto, porque saltás cuando yo ni siquiera he criticado al gobierno. Sólo he querido llamar la atención acerca de lo peligroso que es que en “678” y desde su bien ganado poder de influencia se generalice el accionar opositor de un sector de la izquierda a toda “la izquierda”, como rechazando además ese otro hecho de la vida real en donde buena parte de las flamantes adhesiones al gobierno responde a sus medidas orientadas hacia la izquierda.
    3)¿En qué quedamos? ¿Me hago el difícil, hablo lindo, o a vos lo que te suena difícil te parece que ha de ser lindo? ¿Qué te molesta más? ¿Que sea zurdo, que viva en San Telmo o que gane minitas?

    PD: Claro que también hay que pensar en la posibilidad real de que vos, el gobierno y “678” estén embalados en la práctica de sacarle votos a Solanas –y por qué no a la derecha, de paso– renegando de “la izquierda”. Rogá que no sea así, o en tal caso charlalo con los muchachos. Sugeriles que no es buena política esa. Deciles que nosotros estamos y vamos a estar, pero no apoyando calladitos. Ojalá te ayude la elocuencia y tengas suerte. Si no andá haciéndote lugar ahí donde ya sabés, porque atrás de la teoría te van a meter también una práctica del tamaño de la historia.

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  3. Adrián:

    A mí cualquier tipo de veneración me asusta, salvo esa por Robert Zimmerman, que es ante todo una simple reacción física. En el caso de 678, se entiende que el haber abierto los ojos tras una eternidad encapuchados en la trampa del “periodismo independiente” haya desatado una especie de epifanía. Pero luego es importante tener presentes las palabras del tío Ben Parker para su sobrino araña: “Remember, with great power comes great responsibility…”.

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