Me enteré por la radio una mañana de febrero del 2008, apenas llegado de Centroamérica: “En unos momentos vamos a estar hablando con Jorge Lanata acerca de su último gran emprendimiento periodístico, que es la inminente salida de un nuevo diario que se llamará Crítica de la Argentina”, anunció Víctor Hugo. La pucha, me dije, este Lanata es una máquina de montar proyectos. Entre todos ellos el que más me ha gustado ha sido “Hora 25”, un programa que solía escuchar durante mis noches de estudiante en un monoambiente del barrio Nueva Córdoba. En aquella entrevista con Víctor Hugo, Jorge contó que ya venían saliendo de manera interna desde hacía rato (testeo que sirve para ir perfeccionando forma y contenidos del material) y mencionó algunos de los nombres más destacados al frente de cada sección.
"Crítica de la Argentina" Número 1
El diario estuvo en los kioscos el domingo 2 de marzo de aquel año, y para las 9.30 de esa mañana estaba agotado. El éxito continuó viento en popa durante los primeros días. Pero las dificultades de campo eran serias. ¿Cómo competir en un mercado donde juegan diarios como Clarín, La Nación y Página 12? Agregando Perfil (al que se parecía) y no sé... ¿Cuántos más? En el Subte, por ejemplo, te dan un diario gratis todos los días. Esto sin contabilizar que la sobreoferta informa/desinformativa comporta una maquinaria infernal que abarca infinidad de otros medios. (Hasta yo tengo uno)
A la semana del debut ya era más fácil conseguirlo y me compré un ejemplar, que sería el único. Me pasó que de entrada me sentí incómodo con la contextura física del objeto: su formato tabloide alargado, el peso y la textura del papel, el concepto de tapa paginadosesco exagerado, y su logotipo en letras panzonas. Para colmo junto al nombre, en el firmamento del diario, decía: “Director: Jorge Lanata”. Lo sentí como un defecto por exceso (de algo).
Pero si compré un sólo número de “Crítica” fue más que nada porque ya procuro no traer al hogar más papel que el estrictamente necesario para anotar y/o dibujar/pintar. Más que una cuestión de actitud ecológica (y por ende política, y viceversa, que lo es) es que sobre todo me aflige juntar tantísima cantidad de paper. La mitad de la tirada del periódico de mi Partido Comunista queda amontañada en las catacumbas del Comité Central de la avenida Entre Ríos. Ya les he dicho a los y las compas que por qué no bajan la tirada a la cantidad de números que se están pagando (“Nuestra Propuesta” cuesta la cuasisimbólica friolera de 2$) y que el semanario llegue directamente vía kiosco y no por el romántico sistema del “responsable de prensa”, una tarea que históricamente obedeció a las condiciones de clandestinidad que el anticomunismo nos impuso desde siempre. Que las compañeras y compañeros lo pidan a su canillita amigo, y que se peleen ahí por conseguir la prensa del Partido si es que tanto les interesa. Un mínimo y elemental estímulo comercial que potenciaría a su vez la calidad de la publicación. En fin. Se me olvidaba decir que, aunque la seguía muy de cuando en vez, la página web de “Crítica” me resultaba bastante más atractiva que el soporte papelilargo.
Lanata se alejó de la dirección al cumplirse el primer año. Días atrás me llegó por feisbuk la invitación para integrarme al grupo “No al cierre del diario Crítica de la Argentina”. La cuestión es la siguiente: la empresa “Papel 2.0”, dueña del matutino, está debiendo el pago de los salarios correspondientes a los meses de marzo y abril. Este atraso se suma a una seguidilla de irritantes demoras, como que, por su parte, los colaboradores permanentes del diario no ven un mango desde el mes de octubre. Crítica dejó de editarse el pasado 30 de abril cuando sus 190 trabajadores iniciaron una huelga en demanda de lo adeudado.
La asamblea de accionistas de la empresa resolvió presentar a la Editora Papel 2.0 S.A. en concurso preventivo de acreedores. La propiedad mayoritaria de la misma se reparte entre el 78% en poder del español Antonio Mata (ex gerenciador de... Aerolíneas Argentinas) y el 22% que le pertenece a Marcelo Figueiras, titular de Laboratorios Richmond. Mata ha comunicado que los giros desde su país ya no serán depositados. “El Directorio de la Sociedad -declararon públicamente- lamenta profundamente esta situación, pero las circunstancias de ahogo financiero en las que se encuentra la Sociedad, producto fundamentalmente de la actitud discriminatoria que contra el medio ha adoptado el Estado Nacional en el reparto de la publicidad oficial, no ha dejado otra alternativa”. Según pude informarme esta misma tarde, la deuda gubernamental por compromisos de pauta existe y es grande, lo cual de ninguna manera desagravia la responsabilidad medular del grupo mediático. Su producto empezó tirando 50 mil ejemplares y estaba vendiendo 10 mil hacia el inicio del conflicto.
Desde luego, la planta laburante de Crítica sigue en franca movilización. Hay diversas maneras de apoyarla. Este domingo, en la puerta del diario, organizan un Torneo de Fútbol Mixto. La inscripción es de 20 pesos por jugador/a y será destinada al Fondo de Huelga.
Domingo 23 de Mayo
entre las 10:00 y 15.00 hs
en Maipú 271
Inscripciones a los celus:
1564129459 / 1540832952 / 1563572842
Muchas gracias
“¡Crítica no se rinde!”
Seré tan niu eish de haberme enterado muy poquito de esto porque leia, todos los dias, un blog que explicaba que día maya era, y cuales eran sus energias. Cuestión que de un día para el otro dejan de aparecer los posts, y fue como perderse en una estratosfera muy gregoriana (y aburrida).
ResponderEliminarMe gustó tu nota, me aclaró toda una problemática que (siendo fiel a mi política personal de no consumir medios masivos de comunicación, de-formadores de opinión, y demases formas de ver esta desgracia que supimos concebir.) seguia estando con un gran signo de interrogacion, "qué habra pasado..."
Besos, siempre me gusta como escribis Joao.