Un indio bajará de una estrella colorida, brillante
de una estrella que vendrá a una velocidad escalofriantey se posará en el corazón del hemisferio sur de América
en un claro instante
después de exterminada la última nación indígena
y el espíritu de los pájaros, las fuentes de agua limpia
más avanzado que la más avanzada de las más avanzadas
de las tecnologías
Vendrá, inquebrantable como Mohammed Alí
Vendrá, lo vi, apasionadamente como Peri Vendrá, lo vi, tranquilo e infalible como Bruce Lee
Vendrá, lo vi, el axé del afoxé
Hijo de Ghandi, vendrá
Un indio preservado en pleno cuerpo físico
en todo sólido, todo gas y todo líquidoen átomos, palabras, alma, corazón, en gesto, olor
en sombra, en luz, en sonido magnífico
A un punto equidistante entre el Atlántico y el Pacífico
de ese objeto resplandeciente, sí, bajará el indioy las cosas que yo sé que él dirá y hará…
no sé contarlo así, de un modo explícito
Vendrá, inquebrantable como Mohammed Alí
Vendrá, lo vi, apasionadamente como Peri Vendrá, lo vi, tranquilo e infalible como Bruce Lee
Vendrá, lo vi, el axé del afoxé
Hijo de Ghandi, vendrá
y aquello que en ese momento se revelará a los pueblossorprenderá a todos no por ser exótico
sino por el hecho de haber podido estar siempre oculto
cuando justamente era lo obvio
Carlos Andrés Isola Zapala, Neuquén |
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