Los años noventa fueron duros para todo el mundo. La
disolución de la URSS –negociada por una mafia política cualquiera en contra de
la voluntad popular mayoritaria– libró al planeta a la suerte de arreglárselas
solito contra el poder militar, económico y propagandístico de los USA. Para
Cuba significó el “período especial”. Para Argentina el menemismo y la amnistía
de los genocidas, el remate del patrimonio público, el colapso de la industria
nacional, la masificación letal del desempleo y la miseria. Pero eso mismo fue
lo que sucedió en la nueva Rusia. Y exactamente lo mismo pasó en los propios Estados
Unidos. Así transcurrió nuestra vida en común durante aquella década
terrible
Porque el problema está en el capitalismo, algo que casi
todo el mundo a esta altura, veinte o treinta años más tarde, se da perfectamente
cuenta. Aunque no veamos muy claramente cómo sería o no sepamos muy bien qué
hacer, cómo será el gran cambio que corresponde. La buena filosofía del sentido
común se conjuga con el saber de las ciencias sociales, exactas y biológicas en
una dirección que si no es más nítida, se debe a la ofensiva criminal lanzada
por el imperio contra las ideas del socialismo y el comunismo, horrorosamente materializada
por doquier mediante el exterminio de quienes las enseñaron, militaron y transformaron en
organización y solidaridad, en cuerpo y alma ofrendados al combate
Mientras tanto, aquellos años también fueron de mucha y
valiente lucha en todos lados. Lucha en sus distintos frentes. Vale repetir una
vez más: los políticos, los gremiales, los estudiantiles, los barriales, los
jurídicos, los frentes de comunicación social que con enorme esfuerzo montaron medios
alternativos capaces de brindar una programación de contenido veraz,
significativa, honesta y bella
Los noventas son también los años que parieron a
Chávez, a Evo, a Lula, a Cristina. A la CTA
No menos importante fue entonces la tarea de los
frentes artísticos, que en el caso de la música dio a luz nuevos movimientos
estéticos como el surgido en el corazón de Norteamérica a partir de bandas como
Nirvana, Pearl Jam, Soundgarden y tantas otras
Con dolor despedimos hoy –justo ahora en que nos hace
tanta falta– a uno de los grandes jóvenes revolucionarios de este nuestro tiempo,
como fue Chris Cornell
Pero sabemos perfectamente que sus canciones, su voz y
sus guitarras nos seguirán acompañando por siempre. Seguirán siendo compañía y motivo
de nuestra inspiración, nuestras alegrías, nuestros amores, nostalgias y
tristezas
Seguirás luchando a nuestro lado siempre, ídolo.
Siempre serás bienvenido a tocar en nuestra fiesta. Que sea pues hasta la
victoria, hermano querido, como un grito
JBE
Barracas, Nublado
PS: En octubre del 2005, la banda Audioslave ofreció gratis y al aire
libre en Cuba ante 70.000 personas el concierto más largo de su carrera como
grupo, donde a diferencia de otros recitales anteriores incluyeron éxitos de
Soundgarden y Rage Against the Machine. Chris Cornell invirtió un millón de
dólares de su propia cuenta en la realización del evento, para el cual quedó
listo e inaugurado el escenario de la “Tribuna Antimperialista José Martí”,
ubicada en la Plaza de la Dignidad, frente al Malecón de La Habana. Audioslave fue
la segunda banda estadounidense que tocó en Cuba desde el triunfo de la
revolución. La anterior había sido Fabulous Titans en 1981. En noviembre del
año pasado los Rolling Stones hicieron las delicias de un millón de cubanas y cubanos
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