Debe haber sido una noche a fines del ´97, para cuando ya habíamos dejado el glorioso departamento de balcones celestes de la Ambrosio Olmos. O quizás en el `98, que lo fui a visitar al Adri al décimo piso de San Lorenzo. Estábamos charlando en la pieza; tu viejo descansaba otro día de labranza en “Savino Sanitarios”. Desde algún tiempo atrás, el Omar y yo sabíamos que compartíamos película favorita: El Padrino. La cosa es que en un momento escuchamos un llamado desde la cocina: “¿Che Juan?”. Era para mostrarme orgulloso su regalo de cumpleaños, ni más ni menos que la colección en video de los tres Padrinos. Esta joyita que hoy cuelgo la descubrí por cuando se murió el Omar. El casting que pasó Robert para hacer de Vito Corleone en sus años mozos. He aquí mi abrazo y mi recuerdo.
Me dejaste con los ojos húmedos
ResponderEliminargracias
Planes que me incluyen
ResponderEliminarEl que a metros del muerto
todavía tibio,
hablaba de “pantalones”.
El que en el velorio
se despedía
tironeándome apenas
un mechón de la nuca.
El que me recitaba
libros de “liderazgo”
y se iba con un
“cuidala a la vieja”
(faltó el chan-chán final).
El que con una sonrisa
me preguntaba:
“Hay más trabajo ahora, ¿no?”
y auguraba que al menos
yo iba a adelgazar.
Eeehh…
¡Che vo, fierita!
¡Sí, vo!
¿Cómo era que decía
Pappo entre tema y tema
de aquel disco en vivo?...
Ah sí sí,
no digás nada,
casi puedo oírlo:
vamos a hacer un frente
para eliminar a los tontos.