Cara TV pública:
Siendo las 13.00 horas del sábado 31 de octubre, acabo de ver la emisión de “Madres de la plaza…”. Muy a tono con esta víspera de halloween, el programa fue horroroso.
Aunque es evidente que la rítmica televisiva de la conducción de Hebe necesita ajustarse, lo que más llamó la atención fue el deplorable manejo de cámaras y la pésima producción o selección de las imágenes que acompañaron sus comentarios.
Tomando en cuenta que el ciclo –si mal no leo en la web – cumplirá dos años en enero próximo, y que, seguramente, no debe ser en vivo, aspectos que agravan los defectos mencionados, pienso que es tiempo de replantearnos nuestra relación con los medios de comunicación y poner el énfasis en la cuestión de su buen uso.
En tal sentido, aprovecho para mencionar que el paso de el Bahiano por El Salvador dejó muy mucho que desear. En especial su reflexión final, cargada de un retardado espíritu de neutralidad política, a contramano, cuando menos, del repertorio mostrado por sus protagonistas, para no decir de la historia viva del país.
Leonardo Favio es tan excelente como cantante que como cineasta. Pero son excepciones (si no preguntarle a Madonna). Ser un rock star del reggae, valga el adjetivo, es envidiable. Ahora bien: ser además un bonvivant del turismo reportero, que recorre las calles de Latinoamérica al rescate de bagualas, todo con ese semblante circunspecto de los hermanos Pauls, es algo que a los mortales ya nos está dando bastante por los cojonudos ovarios. Asimismo los discursos de la Cristina, y sus deferencias para con los irritantes tarambanas del perimido “CQC”.
Salvedades a la vista, felicitaciones en general y en particular para el fútbol y “678”.
Siendo las 13.00 horas del sábado 31 de octubre, acabo de ver la emisión de “Madres de la plaza…”. Muy a tono con esta víspera de halloween, el programa fue horroroso.
Aunque es evidente que la rítmica televisiva de la conducción de Hebe necesita ajustarse, lo que más llamó la atención fue el deplorable manejo de cámaras y la pésima producción o selección de las imágenes que acompañaron sus comentarios.
Tomando en cuenta que el ciclo –si mal no leo en la web – cumplirá dos años en enero próximo, y que, seguramente, no debe ser en vivo, aspectos que agravan los defectos mencionados, pienso que es tiempo de replantearnos nuestra relación con los medios de comunicación y poner el énfasis en la cuestión de su buen uso.
En tal sentido, aprovecho para mencionar que el paso de el Bahiano por El Salvador dejó muy mucho que desear. En especial su reflexión final, cargada de un retardado espíritu de neutralidad política, a contramano, cuando menos, del repertorio mostrado por sus protagonistas, para no decir de la historia viva del país.
Leonardo Favio es tan excelente como cantante que como cineasta. Pero son excepciones (si no preguntarle a Madonna). Ser un rock star del reggae, valga el adjetivo, es envidiable. Ahora bien: ser además un bonvivant del turismo reportero, que recorre las calles de Latinoamérica al rescate de bagualas, todo con ese semblante circunspecto de los hermanos Pauls, es algo que a los mortales ya nos está dando bastante por los cojonudos ovarios. Asimismo los discursos de la Cristina, y sus deferencias para con los irritantes tarambanas del perimido “CQC”.
Salvedades a la vista, felicitaciones en general y en particular para el fútbol y “678”.
Juan Bautista Echegaray
PD: Besos para Hebe, y pedirle una vez más que nos de el gusto de verla sin el bendito pañuelo.
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