El arco y la flecha
Tras disparar la única flecha que me quedaba
desaparecí dentro de la copa de un ciprés.
Ahora anido en el arco.
No hay peligro alguno:
en las fuertes tormentas
el viento cuida de mi
y guarda los deseos en las raíces.
Entre las ramas
como los pájaros
floreceré en primavera.
María Montserrat Bertrán
Sólo el sueño
Llegaré mañana.
Tenderé al sol
este corazón lleno de inviernos.
Volveré
paso a paso
por la destejida ruta,
recuperando el ansiado viaje perfecto,
revelando postales,
desaprendiendo de nuevo.
Soltaré
en el mar más puro
las últimas lágrimas
y enterraré para siempre
a esa extraña yo
con un caracol de lápida.
Ya casi no pesa
el ancla.
María Laura Coppié
Inútiles, los puentes
Conservo cada uno de mis puentes
con la obsesión de un coleccionista.
No todo lo que amé
halla horizonte.
No todo aquello que me deslumbró
conserva su luz nido adentro.
Cada tanto
la niebla anuncia
una sombra en regreso.
Gime la llave en el óxido del tiempo.
Tiemblan los años que nos separan.
Un mandato de fuego
torna circulares los caminos.
Todo vuelve de algún modo.
Milagro y caída.
Conozco la horma de esa huella,
la ceguera que evoca recuerdos.
No hay muralla que contenga la huída.
No hay puentes que devuelvan el alma
a las estatuas de sal del pasado.
Cada nombre es un inapelable silencio.
Gabriela Delgado
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAhora si! Bellas mujeres, bellas palabras. Gracias por hacerte eco de ellas.
ResponderEliminarBare hyggelig! (Solamente un placer!)
ResponderEliminarCompartimos placeres entonces.
ResponderEliminarGracias por la traducción! (no soy buena con el noruego jaja)