martes, 29 de mayo de 2012

Tequila Sunrise


Una seguidilla de manifestaciones populares se vienen congregando en México para repudiar a los gigantes televisivos y su grosero favoritismo hacia uno de los candidatos que compiten por la próxima presidencia. El protagonismo desempeñado por la juventud mexicana en esta protesta alumbra el nacimiento de una “primavera azteca” que se une al aluvión de nuevos movimientos sociales que por doquier se rebelan contra las estructuras y súper estructuras de dominio económico, político e ideológico que sostienen al sistema capitalista multinacional. La prensa imperial lo esconde y nuestros propios medios lo descuidan, pero dicho fenómeno es expresión de un cambio contracultural cuyo efecto en el corto plazo podría significar el inminente triunfo de la centroizquierda en el primer país de habla hispana del mundo.

La bronca comenzó el pasado 11 de mayo, después de que el postulante del PRI, Enrique Peña Nieto –un muñeco al estilo Sebastián Piñera– declarara que los abucheos cosechados durante su visita proselitista a un campus universitario habían sido provocados por activistas vinculados con Andrés Manuel López Obrador (AMLO) del PRD, su principal contrincante. Estas afirmaciones fueron desmentidas de inmediato a través de un video casero en el cual 131 participantes de la silbatina exhibieron sus credenciales estudiantiles y negaron tener filiación partidaria alguna. La grabación fue concitando un apoyo multitudinario que desde las redes sociales se trasladó a las calles bajo la consigna Yo soy 132.

Los blancos de la movilización, Televisa y TV Azteca, concentran el 99 % de la audiencia por canales de aire y reciben el 58% de la inversión publicitaria en México. Todas las encuestas difundidas por ambos medios otorgan una clara ventaja ganadora al candidato del PRI. La menos tendenciosa de ellas, realizada entre el 10 y el 13 de mayo por el estudio María de las Heras Demotecnia, le otorga a Peña Nieto un 39% de la intención de voto, 31% a favor de AMLO, 26% para la aspirante oficialista del PAN, Josefina Vázquez Mota, y 4% para un tal Gabriel Quadri. La muestra fue tomada antes del Yo soy 132. Consultada tras los hechos, María de las Heras comentó: “Varias personas me han preguntado en estos días si el movimiento juvenil ha cambiado o puede cambiar las preferencias electorales entre los aspirantes a la presidencia. Lo que creo es que el sentido de esas preferencias no ha cambiado. Lo que sí están moviendo los jóvenes, sin duda, es el ánimo que rodea a la elección. Hasta hace una semana, propios y extraños daban por ganada (o perdida) la elección de presidente, y con ello su interés por acudir a las urnas estaba por los suelos. Hoy los jóvenes han conseguido despertar el interés y la incertidumbre en esos electores, con lo que seguramente la participación el 1º de julio se verá mucho más abultada”.

La juventud mexicana representa el 30 por ciento de las 77 millones 827 mil 946 personas habilitadas para votar, 52% de las cuales son mujeres y 48% hombres. En los comicios celebrados seis años atrás figuraban 71,7 millones, ocasión en la que se registró una asistencia de casi el 60%, equivalente a 41.791.322 votos. Los resultados finales de aquel escrutinio arrojaron 15.000.284 votos para el actual presidente Calderón (35,89%) contra 14.756.350 para AMLO (35, 31%). Es decir que el fraude consumado en el 2006 –que incluso motivó la designación simbólica de AMLO como “Presidente Legítimo de México”– triunfó por una diferencia de apenas el 0,58%, o sea 243.934 votos.

¿Qué posición ha tomado ahora el Ejército Zapatista de Liberación Nacional? Cabe recordar que allá por el 2006 el EZLN invitó a la abstención. “La otra campaña” fue luego muy criticada luego por el resto de la izquierda mexicana que entonces sufrió la derrota de AMLO, victorioso en las encuestas hasta el mismo día del sufragio. No obstante los zapatistas habrían revalidado su total descreimiento en el proceso electoral y criticado por igual a los candidatos en disputa, su poder de influencia electoral es nulo. Su opinión pueden sintetizarse en dos preguntas planteadas por el Subcomandante Marcos en una reciente carta: “¿Cuándo en México le ha dado resultado positivo a la izquierda el correrse a la derecha? ¿Cuándo el ser serviles con los poderosos ha ido más allá de divertirlos?”. Semejante perspectiva bien puede solventarse en el espíritu radical que inspira a una fuerza político-militar, pero no resiste el más mínimo debate de coyuntura.

Revisando otras mediciones podemos encontrar, por ejemplo, las publicadas periódicamente por el diario La Jornada, una serie de gráficas donde se computan los comentarios positivos y negativos registrados en twitter sobre los diferentes candidatos. Según La Jornada, “si México fuera twitter” las preferencias electorales correspondientes a la semana del 20 al 26 de mayo fueron: AMLO 34.84%, Peña Nieto  26,03% y Josefina 33,59%.

Un simulacro de votación realizado el 18 de mayo en la Universidad Autónoma de México arrojó el siguiente resultado:


Como para confirmar este panorama alternativo:



Desde aquí seguiremos con atención la marcha de los acontecimientos y procuraremos profundizar nuestro análisis. Valga por lo pronto este deseo y pronóstico: Andrés Manuel López Obrador, AMLO, está a poco más de un mes de convertirse en el nuevo presidente mexicano.

Los integrantes de su gabinete:



JBE

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