El 95% de los
estadounidenses se opone a esta nueva intervención militar promovida desde el gobierno
y respaldada por la oposición. Uno de los numerosos incidentes generados a propósito de semejante
rechazo aconteció ayer en una reunión del Partido Republicano celebrada en Tucson,
Arizona, adonde el ex candidato presidencial y actual senador, John Mc Cain, concurrió
para compartir con la militancia las razones de su fervoroso apoyo:
«Hola senador McCain, me llamo Jumana, lo conocí
a usted hace varios años y he sido siempre una leal defensora suya desde Los
Cinco de Keating*. Desde entonces. Como fuere, el punto ahora es que nadie
está negando la serie de atrocidades cometidas en Siria ya sea del lado rebelde
o ya sea del otro lado, igualmente. El punto es que hay una buena opción sobre
lo que va a pasar en Siria. Para mí el oirle decir que no hay una buena opción
en Siria… Me niego a creer eso. La buena opción en este momento es obligar a
Arabia Saudita e Irán a que dejen de apoyar a ambas partes en Siria. Y usted lo
puede hacer. Usted puede hacerlo por la vía diplomática y la negociación, no con
bombas, senador McCain. No podemos permitir más derramamiento de sangre siria.
Personalmente hablando, tengo un primo de 18 años que acaba de ser
asesinado hace 10 días por los llamados “rebeldes” y Al Qaeda, y no son sirios.
Vienen a Siria de todo el mundo para luchar contra esto. No podemos permitir
que se haga eso. No podemos darnos el lujo de convertir a Siria en otro Irak o
Afganistán. Se lo ruego. Mi familia está allí. Hay tantos buenos sirios, la
mayoría del pueblo sirio quiere salvar a su país. Y tiene usted que escuchar
también a la mayoría de los estadounidenses, quienes no quieren ir allí. Esta
no es una cuestión para tomarla tan a la ligera, senador McCain. Ya basta, es
suficiente. Nosotros no queremos otro involucramiento en Medio Oriente. No
queremos que Al Qaeda asuma el control. Por más que a usted le guste o no
Bashar Al Assad, y yo tampoco soy una fan, pero por lo menos el conduce un
gobierno laico allá… Es laico, senador. Nosotros somos una minoría allá. Somos
la minoría cristiana que, desafortunadamente, somos considerados como daño
colateral por usted y otros muchos en el Senado. Y me niego a creer eso, me
niego, porque yo puedo rastrear los nombres de mi familia en la Biblia. Nosotros
estábamos allí desde antes, desde el principio de la humanidad, y nos negamos a
ser forzados a irnos y huir y ser considerados daño colateral»
(*) Escándalo de corrupción política ocurrido
en 1989 cuando cinco senadores, entre ellos McCain, fueron acusados de interceder
para salvar de las papas a una importante firma financiera que estaba siendo
investigada por las autoridades fiscales del país.
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