lunes, 24 de noviembre de 2014

La sirenita




Largamente yo floté sobre océanos sin barcos
haciendo todo lo posible para sonreír
a ese coro de ojos y dedos tuyos
que me atraían encantado hacia tu isla
y vos cantabas:

Navega hacia mí
Navega hacia mí
Déjame que te envuelva
Aquí estoy
Aquí estoy
Esperando para abrazarte

¿Soñé que soñabas conmigo?
¿Estabas aquí cuando yo en el castillo de proa?
Ahora mi tonto bote se va inclinando
encallado en tus arrecifes
después que cantaste:

No me toques, no me toques
Vuelve mañana
Oh, mi corazón
Oh, mi corazón
Huye de la tristeza

Estoy desconcertado
como un recién nacido
estoy embravecido como la marea
¿Debo pararme en medio de la rompiente
o debo caer muerto mi vida?
Escúchame cantar:

Nada hacia mí
Nada hacia mí
Déjame que te envuelva
Aquí estoy
Aquí estoy
Esperando para abrazarte


Tim Buckley & Larry Beckett
(1967)



Bonnie Marie Leeman




domingo, 9 de noviembre de 2014

Mi vuelta al mundo en ochenta palabras



Yo había muerto, bien lo sabes. Era una nube, formada en la vista del balcón y desde allí ascendida al mismo cielo, cruzando el parque, bajo los árboles de mi tristeza. Así, solo, y sólo así, comprendí el idioma de todas las cosas. Me hice aprendiz de ciego, pastor, flor, colibrí, mariposas. Llamé al espejo y atendió: era mi amigo, el mejor. Se oía muy lejos. “¿Cuándo volvés?”, preguntó. Yo respondí: “Muy pronto”
 
JBE
Nov 2014
 
 
 

Silvana De Marco
Oct 2014


Esperando para comenzar




Este fue el post con la traducción que me pediste el año pasado antes de irme. La canción y su doble estaban entonces en lo más alto de la página, desde donde fueron bajando por las semanas de nuestro calendario hasta quedar atrás, replegadas a salvo en algún lugar como cualquier buen recuerdo. Vos me esperaste, yo volví, pasaron los meses, seguimos juntos. El último fin de semana nos enteramos que el juez buitre se había devorado el sitio de música que tanto disfrutamos y gracias al cual conocimos este tema. Las viejas leyes de mezquindad pudieron contra las más nuevas prácticas de comunidad. Pero continuamos tirando, hermana perra. Aguante Grooveshark
 
Sobre la canción, te decía allá por noviembre que "siempre podremos viajar en el tiempo a reencontrarnos con ella y volver a escucharla". Vamos de nuevo
 

En cualquier minuto llega mi barco 
y yo estaré parado en la proa
para continuar sondeando el horizonte
y sentir cómo las olas vienen a estrellarse
y chocan por lo bajo
sobre mí

Vos dijiste
“Quedate tranquilo mi amor
abrí tu corazón
dejá que la luz brille por dentro
¿No entendés que ya tengo un plan?
Estoy esperando por mi verdadera vida
para comenzar

Hoy cuando me desperté 
de repente no pasó nada
pero en mis sueños montaba un dragón
y bajaba por la misma vereda
y subía por la calle empedrada
caminando sobre mis propios pasos
una vez más
 
Dijiste
“Sólo estate aquí, ahora
olvidate del pasado
tu máscara se está agotando
Dejame tirar los dados de nuevo
sé que puedo ganar
estoy esperando por mi verdadera vida
para comenzar”

De un momento a otro llega mi barco
voy a seguir sondeando el horizonte
y a revisar mi contestador
pues seguro que esa llamada
se producirá pronto, pronto
oh, tan pronto
nomás que estos tiempos son así

Dijiste
“Quedate tranquilo mi amor
abrí tu corazón
dejá que la luz brille por dentro
¿No entendés que yo ya tengo un plan?
Estoy esperando por mi verdadera vida
para comenzar”
 
En un día claro
puedo ver
ver un camino muy muy largo

Colin Hay & Thom Mooney
(2000)


 

jueves, 6 de noviembre de 2014

La Mami Raquel




Amalia Raquel Sánchez de Echegaray nació en Quilmes, pasó la infancia en Berazategui, y en su temprana juventud de La Plata conoció a Ramón Eduardo, con quien se casó y se mudó a San Juan, para ejercer allí el amor de su profesión de maestra y amarlo a él hasta siempre.

Juntos tuvieron cinco de los más bellos hijos que una pareja pueda desear. El primogénito, Patricio, sería años más tarde mi padre. Le siguieron mis tíos Daniel, Raquel, Silvina y Andrés.

Nuestro propio cariño, el de una abuela y su nieto, creció primero en la casa de la calle Gral. Paz  en Jáchal, luego en la súper casa de la Av. Del Libertador, Desamparados, al borde de la pileta, durante las siestas, cuando la corneta del heladero me animaba a despertarla, y ella se levantaba. En aquel tiempo hicimos los dos solos un viaje a La Plata para visitar a su hermana, la tía Marta, un viaje que no olvido nunca. La relación continúa en un departamento pequeño en la Gral. Acha, a media cuadra de la plaza central de la ciudad, del cine Renacimiento donde me llevó a ver “King Kong”, del Estornell, del Gran Rex. Tenía quince años cuando la ayudé en su mudanza al barrio UDAP construido para vivienda de los docentes sanjuaninos, donde hoy la familia se encuentra reunida para festejar sus años noventa.

Feliz cumple, Raquelita. Te adoramos, Mami