jueves, 26 de mayo de 2011

Guerra colonial y asalto a Libia

por Stella Calloni


Si alguien tenía dudas de lo que significó la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU, del 17 de marzo de 2011, que autorizó con eufemismos de por medio, la invasión a Libia, basta con analizar la Conferencia de Londres del 29 de marzo pasado, para entender lo que había detrás de la falsa intervención humanitaria, cuando sin pudor comenzó el reparto de los bienes de ese estado del norte de África.

A la reunión sólo llegaron los “cruzados” Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña y también Alemania, dejando afuera a China y Rusia, mientras que la delegación de la Liga Árabe fue muy pequeña, expresando el desacuerdo general y la Unión Africana se negó a participar, previendo la inmoralidad de este robo a mano armada.

Durante la conferencia sin siquiera saber quienes conformaban el Consejo Nacional de Transición (CNT), se decidió apropiarse del dinero del Estado libio que estaba depositado en bancos europeos y previamente congelado por éstos, para supuestamente armar a los “rebeldes”.

Es decir para comprarse armas a sí mismos y guardarse lo que cada uno estime “necesario” en sus propias cajas. Por supuesto que los “cruzados” que atacan a Libia no mencionaron sus intereses, no sólo por el petróleo, sino por el enorme acuífero que existe debajo de ese territorio o la posición estratégica de Libia y la necesidad de instalar allí una base militar del Africom (esa especie de Comando Sur estadounidense para controlar África) a lo que el “monstruoso” Khadafi se negaba.

Hay que agregar a esto varias “desobediencias” del dirigente libio y algo que Europa lamentará en el futuro y es que la venta de petróleo en euros significaba decir adiós al dólar estadounidense, con todas las consecuencias que esto tenía. Era una negociación independiente para ambos.

En esa reunión de Londres se violaron hasta las propias reglas del mercado que tanto defienden, como la seguridad bancaria, al apoderarse del dinero del pueblo libio al que dicen proteger.

Por otra parte se aseguraron la comercialización del petróleo desde las zonas que la OTAN controla para supuestamente “ayudar” a sus rebeldes, entre los cuáles cualquier observador serio podría encontrar a connotados mercenarios de los ejércitos privados que Estados Unidos llevó a Irak y mantienen en la región para sus guerras sucias.

Extraños “rebeldes”

Varios autores han señalado el hecho curioso de que “los rebeldes libios” tomaron tiempo de su “rebelión” en marzo para crear su propio Banco Central, antes de que tuvieran un “gobierno” o un control territorial verdadero, tal como muestra un trabajo de Ellen Brown, abogada y presidenta del Public Banking Institute, que recoge importantes análisis. (Red “Sin permiso” mayo, 2001).

Entre estos cita una nota escrita por Roberto Wenzel en Journal of Political Economy donde el autor dice que “Nunca antes había oído hablar de un Banco Central creado en cuestión de semanas durante un levantamiento popular. Esto sugiere que los rebeldes son algo más que un montón de pobres en trapos y que hay algunas influencias bastante sofisticadas detrás de su movimiento”.

Asimismo se cita un artículo de Alex Newman en The New American donde señala que “en un comunicado los ‘rebeldes’ informaron sobre los resultados de una reunión celebrada el 19 de marzo. Entre otras cosas, estos supuestos revolucionarios ‘harapientos’ anunciaron la ‘designación’ del Banco Central de Benghazi como autoridad monetaria competente en las políticas monetarias en Libia y el nombramiento de un gobernador del Banco Central de Libia, con una sede temporal en Benghazi”.

Newman citó al Editor Senior de CNBC John Carney, quien preguntó: “¿Es esta la primera vez que un grupo revolucionario ha creado un banco central, mientras que todavía está en medio de la lucha contra el poder político arraigado? Sin duda y parece indicar lo extraordinariamente poderosos que se han convertido los banqueros centrales en nuestra época”.

En el trabajo analítico se refieren a “otra anomalía que consiste en la justificación oficial para tomar las armas contra Libia que supuestamente son las violaciones de los derechos humanos, pero la evidencia es contradictoria”.

Se hace referencia a un artículo publicado en la página web de Fox News el 28 de febrero, donde se señalaba que “mientras las Naciones Unidas trabajan febrilmente para condenar el líder libio Muammar al-Kadhafi (dicen Gaddafi) por tomar medidas enérgicas contra los manifestantes, el Consejo de Derechos Humanos está a punto de aprobar un informe con alabanzas sobre el desempeño en derechos humanos de Libia. Este documento elogia a Libia por mejorar las oportunidades educativas, por hacer de los derechos humanos una ‘prioridad’ y por mejorar su marco constitucional”.

La cita surge de las conclusiones de una delegación de médicos de Rusia, Ucrania y Bielorrusia, quienes escribieron un llamamiento al presidente ruso, Dmitri Medvédev donde dicen que “después de familiarizarse con la vida de Libia”, opinan que “los libios tienen derecho a tratamiento gratuito, y sus hospitales están equipados con el mejor equipamiento médico. La educación es gratuita, y los jóvenes capaces tienen la oportunidad de estudiar en el extranjero a expensas del gobierno. Al casarse, las parejas jóvenes reciben 60,000 dinares (unos 50,000 dólares) de ayuda financiera. El estado otorga préstamos sin intereses, y aparentemente, sin fecha. Debido a los subsidios del gobierno el precio de los coches es mucho menor que en Europa, para que estén al alcance de todos. La gasolina y el pan cuestan un centavo, y la agricultura no paga impuestos. El pueblo libio es tranquilo y pacífico, no liba (no bebe), y es muy religioso”.

Añade la página que incluso si es sólo propaganda, “no se puede negar por lo menos un logro muy popular del gobierno de Libia: llevar agua al desierto, mediante la construcción del proyecto de irrigación más grande y más caro en la historia, el Great Man-Made River (GMMR)de 33 mil millones dólares, ya que más que el petróleo, el agua es crucial para la vida en Libia”.

En ese informe reconocen que “el GMMR provee al 70 por ciento de la población con agua potable y para riego, bombeándola desde el sistema acuífero de Nubia en el sur a las zonas costeras pobladas 4 mil kilómetros al norte, concluyendo que “el gobierno libio ha hecho por lo menos algunas cosas bien”.

En el mismo informe se hace referencia a una entrevista de la Red Democracy Now, donde se documenta que en una entrevista con el general Wesley Clark (R) de 2007, este dijo que “alrededor de 10 días después del 11 de septiembre de 2001, otro general le había comentado que ya se había tomado la decisión de atacar a Irak ante lo cual sorprendido preguntó “¿por qué?”.

La repuesta fue “No sé (…) Supongo que porque no saben qué más hacer”. Más tarde, el mismo general explicó que el plan era atacar a siete países en cinco años: Irak, Siria, Líbano, Libia, Somalia, Sudán e Irán.

Y la pregunta de los analistas es ¿qué tienen estos siete países en común?. Una de las repuestas más lógicas es que “ninguno de estos está entre los 56 miembros del Banco de Compensaciones Internacionales – BIS (Bank of Internacional Settlements – Banque des Règlaments Internationaux). Eso evidentemente los pone fuera del alcance del largo brazo del banco central de los banqueros centrales en Suiza”.

Y además se añade que los más “renegados del lote eran Libia e Irak, los dos que han sido atacados”.

Otra nota que cita el informe es la de Kenneth Schortgen Jr. publicada en “Examiner.com”, donde señala que “seis meses antes de que EEUU atacara a Irak para derribar a Saddam Hussein, el país había empezado a aceptar euros en lugar de dólares en pago por su petróleo, y eso lo convirtió en una amenaza al dominio global del dólar como moneda de reserva, y a su dominio como petrodólar”. Esto también está señalado en otros análisis como el del estadounidense Paul Harris.

Y más adelante se hace referencia a un artículo ruso que se titula “El bombardeo de Libia - El castigo a Kadhafi por su intento de rechazar el dólar”, donde se señala que este dirigente intentó hacer lo mismo (que Hussein): “inició un movimiento para rechazar el dólar y el euro, y pidió a las naciones árabes y africanas utilizar una nueva moneda, el dinar de oro, sugiriendo establecer un continente africano unido, con 200 millones de habitantes utilizando esta moneda única”. Esta idea fue aprobada por muchos países árabes y la mayoría de países africanos.

“Los opositores sólo fueron la República de Sudáfrica y la cabeza de la Liga de Estados Árabes. La iniciativa fue vista negativamente por EE.UU. y la Unión Europea, con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, llamando a Libia ‘una amenaza para la seguridad financiera de la humanidad’, pero Kadhafi no se dejó influir y siguió empujando para la creación de una África unida”.

A partir de esto, los analistas destacan (citando un artículo de Eric Encina en Market Oracle) que “Un hecho que rara vez se menciona es que el Banco Central de Libia es cien por ciento propiedad estatal y que en la actualidad, el gobierno libio crea su propio dinero, el dinar libio, a través de los medios de su propio banco central. Pocos pueden discutir que Libia es un país soberano con sus grandes recursos propios, capaces de sostener su propio destino económico. Y un problema importante para los carteles de la banca globalista es que para hacer negocios con Libia hay que pasar por el Banco Central de Libia y usar su moneda nacional, un lugar donde no tienen absolutamente cero dominio o poder. Por lo tanto, tumbar el Banco Central de Libia (CBL) puede no aparecer en los discursos de Obama, Cameron y Sarkozy, pero esta es sin duda la prioridad de la agenda globalista para absorber a Libia a su colmena de las naciones obedientes”.

Además se señala que Libia no sólo tiene petróleo. Según el FMI, el banco central tiene cerca de 144 toneladas de oro en sus bóvedas. “Con ese tipo de reservas, ¿quién necesita al BIS o al Fondo Monetario Internacional y sus reglas?”.

Para explicar esto se recurre a un artículo de 2002 en Asia Times, titulado “El BIS versus los Bancos Nacionales” en el que Henry Liu Jianchao señalaba que la normativa del BIS “sólo sirve el único propósito de fortalecer el sistema de banca privada internacional, incluso a riesgo de las economías nacionales”

Y en este caso el BIS “le hace a los sistemas bancarios nacionales lo que el FMI le hizo a los regímenes monetarios nacionales. Las economías nacionales bajo la globalización financiera ya no sirven a los intereses nacionales. La IED [inversión extranjera directa] denominada en moneda extranjera, principalmente en dólares, ha condenado a muchas economías nacionales a un desarrollo desequilibrado hacia la exportación, sólo para hacer los pagos de intereses en dólares, con pocos beneficios netos a las economías nacionales”.

De esta manera se llega a otra conclusión relacionada con el hecho de que “tomar préstamos del propio banco central estatal tiene la ventaja de que es sin intereses, lo que reduce el costo de los proyectos públicos en un promedio de 50 por ciento” y “así parece ser cómo funciona el sistema libio. El banco estatal de Libia emite la moneda nacional y presta dinero para fines estatales.

Esto finalmente explicaría de dónde obtiene Libia el dinero para ofrecer educación y atención médica gratuitas y préstamos sin intereses de 50 mil dólares para los recién casados. También explicaría de dónde obtuvo el país los 33 mil millones de dólares para construir el proyecto Gran Río Artificial.

Precisamente una de las preocupaciones de los libios es que la OTAN pueda dañar esta obra monumental produciendo otro “gran desastre humanitario”.

La conclusión final es muy clara al preguntarse si esta es una guerra por petróleo o por bancos. “Tal vez ambos – y por agua, también. Con energía, agua y crédito suficiente para desarrollar su infraestructura, una nación puede ser libre de las garras de los acreedores extranjeros. Y eso puede ser la verdadera amenaza de Libia: puede mostrar al mundo lo que es posible”. (1)

(1) La traducción de estos textos para www.sinpermiso.info: Antonio Zighelboim)


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