A poco más de un mes de haber expresado nuestra sorpresa y alarma por la entrega al gobierno colombiano del compañero Joaquín Pérez Becerra por parte del gobierno de Venezuela, esta grave situación se repite con la detención del cantautor y combatiente revolucionario, Julián Conrado, acusado también de “terrorismo” por quien verdaderamente ejerce un accionar terrorista, gobierno de Colombia.
El último viernes durante una ceremonia militar celebrada en Cartagena, el presidente colombiano declaró: "Yo le agradezco al presidente Chávez que nos haya entregado a este narcoterrorista alias 'Julián Conrado', un ideólogo de las FARC, con 28 años (en la guerrilla) y del que ustedes ya saben su historial”.
No hay dudas de la gravedad de una situación sobre la que se va perfilando la existencia de un acuerdo entre Colombia y Venezuela para detener y entregar a simpatizantes de las FARC vinculados con la resistencia colombiana, lo cual significa un golpe para todos quienes trabajan por una salida negociada políticamente que lleve la paz a ese país y para quienes resisten el accionar de las oligarquías locales y los intereses imperialistas en la región.
Sabemos muy bien que lo que suceda en Colombia afecta directamente a toda la región y acciones como estas representan un retroceso en los procesos antiimperialistas que se están desarrollando y en particular al proceso bolivariano, ya que a nuestro entender, deben ser vistas como una concesión al gobierno de Colombia y por su intermedio a las políticas impulsadas por los EEUU.
Sabemos que las dificultades y presiones que enfrenta el gobierno venezolano son aprovechadas por sus enemigos para, de una u otra manera, chantajear a Venezuela promoviendo la idea de que con estas concesiones se logrará una mayor tranquilidad o una reducción de las presiones sobre el proceso bolivariano por parte de los EEUU.
Lejos de esto, entendemos que avanzar en el terreno de las concesiones sólo creara mejores condiciones para fortalecer los planes desestabilizadores sobre el gobierno venezolano.
Sin ocultar nuestra profunda preocupación ante estas detenciones y extradiciones, no podemos dejar de llamar la atención sobre la reacción de diversos sectores que, montados sobre estos sucesos, han salido a criticar y descalificar al gobierno bolivariano en bloque.
Resulta evidente que medidas como estas aparecen como totalmente incompatibles con los caminos seguidos por la revolución bolivariana por lo cual esperamos que las mismas sean revisadas.
Manteniendo nuestra solidaridad con el proceso bolivariano y con su presidente Hugo Chávez, reiteramos nuestra posición crítica frente a estas detenciones y extradiciones y hacemos llegar nuestro apoyo a los compañeros detenidos.
Esperamos, por el bien de los distintos procesos antiimperialistas de la región y por la continuidad de la revolución bolivariana que estas políticas de concesiones al enemigo no se repitan.
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