Presidido por los embajadores de
Ecuador y Suiza sesionó la semana pasada el Consejo de Derechos Humanos de la
ONU. Allí se votaron entre otras propuestas la moción para extender el mandato
del llamado “Relator sobre la cuestión de Irán”, presentada por Suecia
en nombre de Estados Unidos, Panamá, Moldova y Macedonia. La “cuestión de Irán”
es según Reuters “seguir investigando reportes sobre violaciones de derechos
humanos en Irán, una decisión bienvenida por activistas que denuncian una
fuerte represión antes de las elecciones presidenciales”. Dice la agencia británica
que el informe de El Relator “se basó en 169 entrevistas con personas de dentro
y fuera del país, por teléfono y videoconferencia”. Es que las autoridades iraníes
no lo dejaron entrar, pobre. No siempre se puede ser tan comprensivo y
hospitalario como el gobierno venezolano, en especial si sobre tu país –5ta
reserva petrolera del mundo– se cierne la amenaza concreta de una invasión que
ya arrasó con Irak, Afganistán y Libia, y que ya está instalada sobre Siria. Menos
que menos cuando otro de tus vecinos es la potencia nuclear más peligrosa del
mundo: “En Estados Unidos, algunos observadores también han expresado desde
hace tiempo sus preocupaciones por el arsenal nuclear de Israel. El general Lee
Butler, ex jefe del comando estratégico, declaró que las
armas nucleares de Israel eran peligrosas en extremo. En una publicación del
ejército, el teniente coronel Warner Farr advirtió que un objetivo de las armas nucleares
israelíes, que no suele decirse pero que es obvio, es ‘utilizarlas’ en Estados
Unidos, presuntamente para asegurar un apoyo continuo de Washington a las
políticas israelíes” (Noam Chomsky).
¿Y qué si encima tenés
elecciones? Reuters señala que El Relator “dijo la semana pasada que la
censura de Irán para con periodistas y líderes opositores podía poner en riesgo
la legitimidad de la elección presidencial en junio, y también reportó que Irán
ha incrementado las ejecuciones de prisioneros, entre ellos jóvenes, y el acoso
a personas homosexuales y miembros de minorías religiosas”. Esto me suena…
Veamos las votaciones:
Ecuador se abstuvo diciendo que
“no va a tomar parte de esta estrategia de atacar de forma parcializada a
ciertos miembros de la comunidad internacional, usando argumentos como los
derechos humanos para disfrazar intenciones puramente políticas”.
Venezuela votó en contra porque
“estos mandatos arropados bajo el falso manto de protección de los derechos
humanos están contaminados de la manipulación política por parte de la potencia
dominante que pretende erigirse como la autoridad universal, para mantener su
política de agresión a pueblos soberanos”.
Vaya uno a saber qué dijo el
embajador de Argentina, que como puede verse en la pantalla votó YES. Para 678 la noticia fue que la Corpo
escondió o minimizó el “gesto”. Parece un juego de truco.
El portal UN Watch (Monitoring the United Nations/Promoting HumanRights) evaluó la sesión del Consejo de la siguiente manera:
Aspectos positivos:
Creación por consenso de la Comisión de Investigación de Corea del Norte
por 1 año.
Extensión de los mandatos para Siria, Irán, Corea del Norte
y Myanmar.
La condena de Siria.
Resolución sobre Sri Lanka para promover la rendición de
cuentas y la reconciliación.
Resoluciones sobre Mali, Libia y Haití.
Las resoluciones sobre defensores de los derechos humanos, tortura y libertad de culto.
Aspectos negativos:
El Consejo no tuvo en cuenta en sus resoluciones las
violaciones de los peores abusadores como Cuba, China, Rusia, Pakistán y Arabia
Saudita.
Seis resoluciones unilaterales contra Israel.
Minutos de silencio por Hugo Chávez y Stéphane Hessel.
El discurso de la activista por la democracia cubana Rosa
Maria Paya fue interrumpido por 6 países, sólo los EE.UU. apoyó a su derecho a
hablar. Los comentarios de “mercenarios” y “falsas ONG”
no fueron rechazados por los Embajadores de Ecuador y Suiza, que presiden las
sesiones.
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