Después de mi
incorporación al ERP (Ejército
Revolucionario del Pueblo) en 1983, la cual se produjo durante la toma de
mi pueblo natal, Lolotique, y luego de haber completado el curso requerido de
instrucción elemental en la Escuela
Militar Revolucionaria localizada en el norte del departamento de Morazán,
fui enviado a la zona de Torola, la cual estaba bajo el mando del compañero
Fidel "Zarco".
Inicialmente se me
designó la responsabilidad de un pequeño taller de propaganda en el cual
produjimos miles y miles de volantes, carteles, afiches, e incluso documentos
que fueron distribuidos a lo largo y ancho del área de influencia que
correspondía a nuestra zona. Este tallercito funcionaba con un mimeógrafo de
madera que nosotros mismos construimos y el cual resultó ser muy productivo.
El compañero Fidel
"Zarco" era muy visionario y muy enfocado en el avance de la lucha,
por lo que constantemente estábamos creciendo y creando nuevas áreas de
trabajo. Así fue como surgió el proyecto de la creación de una escuela de preparación
de milicias en la zona de Torola.
Todos los compañeros que estaban con nosotros eran de una extremada calidad de
combate y de compromiso con los intereses de nuestro pueblo. Pero
particularmente recuerdo a Cabrera, porque además de poseer esas virtudes también
poseía las cualidades de sencillez y honestidad profundas, un auténtico hijo
del campesinado salvadoreño.
Cabrera fue designado
como Jefe Militar de la Escuela de Milicias de Torola, y yo, que en ese tiempo
de lucha me hacía llamar "Yasser", fui seleccionado como responsable político
de dicha escuelita. Después de haber elaborado los respectivos programas a desarrollar, tanto
en lo militar como en lo político, y luego de haber acondicionado una de las
varias casas abandonadas del pueblo de Torola, comenzamos a recibir participantes
en nuestro curso de milicias. Estos futuros milicianos provenían de los
caseríos y cantones aledaños, pero también de los campamentos de refugiados, ya
que los jóvenes que se encontraban en esos lugares tenían el deseo de
incorporarse a la lucha o eran persuadidos a hacerlo por los activistas
políticos.
Así fue como en una
de las varias promociones que tuvimos apareció la muy bella y muy joven Roxana.
Deseo aclarar que ella era muy jovencita, a lo sumo 15 o 16 años. Lo que
me impresionó fue su resolución y entrega desde un inicio y la gran
agilidad física que naturalmente poseía, al punto que otros milicianos se referían
a ella como "la venadita". Definitivamente, mucho màs que algún tipo de
atracción física o algo por el estilo, simplemente sentía aquella admiración hacia una
compañera excepcional. De hecho, la canción que escribí fue para resaltar sus
cualidades revolucionarias y en su nombre reivindicar el ideal de muchos otros que
cayeron en combat.
Cuando supe
de la muerte de Roxana, me sentí fuertemente impactado. Era como si hubieran
asesinado la alegría y la energía de nuestra lucha. Sin embargo, no me podía poner a
llorar y a renegar de mis convicciones. Le dí vuelta al dolor y escribí una
canción de esperanza.
Es importante señalar
que Los Torogoces de Morazán eran
artistas con un gran talento natural, pero no contaban con ninguna instrucción
académica. Ese era el motivo por el cual todas sus canciones eran imitaciones
de famosos corridos rancheros con letras originales.
Independientemente
del respeto que yo pueda tener por la cultura popular mexicana, siempre me
fascinó la idea de impulsar lo original y autóctono. Arreglamos una reunión con
Sebastián para trabajar mi composición. No soy cantante, pero toco la guitarra
un poco, y le canté la canción al líder de Los Torogoces de Morazán. También trabajamos
la Canción del Combatiente en ese misma sesión y de la misma manera. Después me
sorprendió durante la grabación de ambas composiciones con su estilo particular y propio
que era tan del gusto de nuestros hermanos combatientes.
La razón de escribir
esta pequeña historia es porque me he encontrado en la Internet con diferentes
versiones del origen de la canción, las cuales contienen datos falsos o
alterados de los hechos. En mi calidad de autor de la composición, me es grato
y me enorgullece relatar las circunstancias reales en que surgió la inspiración
para La Compa Roxana.
EEUU, 2012
La Flor de Izote, flor nacional de El Salvador (muy común en Argentina, sobre todo en las Playas del Tuyú) |
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