Nació en Mar del Plata en 1950. Mudado con su
familia al Bajo Belgrano porteño, recaló en la secundaria del colegio San
Román, donde conoció a Luis Alberto Spinetta, con quien formaría el núcleo
fundamental de Almendra, una banda que duró pocos años y que en un principio
grabó sólo dos álbums, suficientes para convertirla en fuente de musa y vida para
todas las nuevas generaciones de la música nacional, en especial para las camadas
rockeras que fueron brotando a partir de dichas raíces. Como me dijo un baterista
de esos mismos tiempos que conocí en Oslo: “Almendra sonaba mejor que Los
Beatles, boludo”.
Disuelta la banda, Emilio Del Guercio formó con
Rodolfo García, batero de Almendra, otra agrupación madre como fue Aquelarre, mientras
acompañaba al Flaco poniendo su bajo en la confección de «Artaud». Tras varios
años de exilio en España, volvió al país en 1980 para una memorable reunión de «Almendra
en Obras» que dejó un disco doble en vivo y otro de estudio. Alguien me contó
alguna vez que una partida de «El valle interior» sirvió para colaborar con la
campaña financiera del Partido Comunista. Más adelante sacó el disco solista «Pintada»,
que hasta donde yo sé es su última grabación comercializada. También sé que
desde entonces ha seguido componiendo cosas bellísimas muy poco difundidas. A
fines de 1986 lo fui a ver a un concierto en el Teatro Cervantes. A la salida
me dirigí al camarín, lo encontré, lo saludé, y como presidente del centro de
estudiantes de mi colegio le propuse hacer un recital en nuestro auditorio.
Aceptó. Durante los preparativos del evento me recibió varias veces en su departamento
de la calle Córdoba y Florida. En una de esas visitas me di el fantástico gusto
de tocar con su propia viola un tema suyo de Aquelarre. Cuando empecé a rasguear
me miró y me dijo “esa canción se llama Soplo nuestro”.
Si fuéramos el país que debiéramos ser
–el que podemos y vamos a ser– su música se compartiría entre un público mucho
más amplio, entre muchos más oyentes, melómanos y aspirantes. Hacia allá vamos.
Por lo pronto hemos podido verlo al frente de otra gran idea suya, el programa
«Cómo hice» que transmite el Canal Encuentro.
Argentinitis se complace en difundir a un
artista cuya voz y aura se define mediante el adjetivo “prístino”. Emilio Del
Guercio, autor y cantante de Fermín.
Emilio:
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